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Obligaciones legales de conservación de facturas

Obligaciones legales de conservación de facturas

Introducción

La facturación es un procedimiento clave en cualquier negocio. A través de ella se registran las transacciones comerciales, se controla la contabilidad, se determina el impuesto a pagar y se garantiza la defensa jurídica de las partes involucradas. Pero, ¿cuánto tiempo debe una empresa conservar sus facturas y otros registros?

Marco legal

La Ley General Tributaria (LGT) establece que los empresarios y profesionales están obligados a conservar durante un plazo de cuatro años los justificantes (facturas, tiques, recibos, etc.) que acrediten sus operaciones económicas. No obstante, este plazo se extiende a seis años en aquellos casos donde las facturas se refieran a bienes inmuebles o a actividades económicas sujetas a retención o ingreso a cuenta.

Tipo de facturas a conservar

Desde un punto de vista práctico, se recomienda a las empresas la conservación de una copia de todas las facturas emitidas y recibidas. Es importante no solo conservar la factura en sí misma, sino también cualquier documentación anexa que sirva de soporte, como presupuestos, acuses de recibo, garantías, etc.

Formato y soporte de las facturas

La Ley también establece las especificaciones técnicas que deben cumplir las facturas para que sean consideradas válidas a efectos fiscales. Según la normativa, las facturas deben emitirse por duplicado, uno de los cuales se entrega al cliente, y en soporte papel o electrónico. Para las facturas en formato electrónico, se debe garantizar su autenticidad e integridad mediante firma electrónica o cualquier otro sistema que garantice su autenticidad.

Beneficios de conservar las facturas

La conservación de las facturas es un aspecto crítico de la gestión empresarial por las siguientes razones:

  • Permite la justificación y la defensa de los actos y operaciones económicas realizadas
  • Facilita la toma de decisiones y el control de la contabilidad
  • Facilita la gestión fiscal y tributaria de la empresa
  • Garantiza la trazabilidad de las operaciones y la verificación de los procesos e informes contables

Conclusión

En resumen, la conservación de las facturas es una obligación legal y, al mismo tiempo, una práctica recomendable y necesaria para el correcto funcionamiento y crecimiento de cualquier negocio. La gestión y control de los registros de las facturas deben ser prioritarios en cualquier empresa, y garantizar su adecuada conservación y custodia, un hábito de trabajo cotidiano.