Mayor rapidez: El proceso de facturación electrónica es mucho más rápido que la facturación en papel, ya que no requiere la impresión, el envasado y el envío de las facturas. Las transacciones pueden completarse en cuestión de minutos, lo que permite una mayor eficiencia en la gestión empresarial.
Menor costo: La facturación electrónica es una opción más económica en comparación con la facturación en papel. Los costos de impresión, empaque y envío se eliminan, lo que reduce los costos de producción y envío.
Mayor seguridad: La facturación electrónica es una opción muy segura, ya que las facturas se envían a través de una plataforma en línea segura, lo que reduce el riesgo de pérdida o robo de la información. Además, como todas las transacciones están registradas en línea, la empresa tiene un registro detallado de toda la facturación, lo que facilita la auditoría y la verificación de la información fiscal.
Mayor eficiencia: La facturación electrónica es muy eficiente, ya que permite realizar transacciones rápidas y en cualquier momento. Además, como todos los datos se almacenan en una base de datos en línea, es más fácil y rápido encontrar y recuperar información de facturación.
Requiere una inversión inicial: La implementación de la facturación electrónica implica una inversión inicial en software y hardware especializado, lo que puede ser costoso para pequeñas empresas.
Requiere capacitación: La facturación electrónica implica un cambio en los procesos empresariales, por lo que se requiere que los empleados sean capacitados en el uso del software de gestión de facturas electrónicas.
Es ampliamente aceptado: La facturación en papel es un proceso común y ampliamente aceptado por los clientes, especialmente en países donde la facturación electrónica no está aún muy extendida.
No requiere inversión inicial: La facturación en papel no requiere una inversión inicial en software o hardware especializado. Solo se necesita papel y una impresora.
No requiere capacitación: La facturación en papel es un proceso simple y no requiere capacitación especial. Cualquier persona puede imprimir y enviar facturas en papel.
Es menos eficiente: La facturación en papel es un proceso más lento y menos eficiente que la facturación electrónica.
Mayor costo: La facturación en papel requiere que se adquieran ciertos suministros como papel, sobres y sellos, lo que aumenta los costos.
Menor seguridad: Las facturas en papel pueden ser robadas, perdidas o dañadas por el agua o el fuego, lo que puede resultar en la pérdida de información importante.